Una mesa con cinco patas/ Basada el la teoria de Avraham Infeld sobre identidad Judia Contemporanea
Uma mesa de cinco pernas pode se sustentar com quatro ou, no mínimo, com três pernas. Temos que examinar essas cinco e escolher ao menos três para incorporar em nossa vida. O número mínimo deve ser três, pois se eu escolho duas e você duas, não teremos nada em comum. Mas se cada um de nós escolhe três, apesar de diferentes, nós partilharemos algo. Esses são os componentes que fundamentam a identidade judaica ou, na metáfora, as cinco pernas da mesa:
Las cinco patas de la mesa son:
La memoria.
La familia.
El Monte Sinaí.
La tierra y el Estado de Israel.
El Idioma Hebreo.
La Memoria:
Nuestra memoria colectiva nos da los valores, creencias y rituales que son los fundamentos de nuestra sociedad.
La memoria nos recuerda de dónde llegamos y como nos tenemos que comportar. Cuando nos sentamos reunidos grandes y chicos, a la mesa del Séder, cantamos, compartimos cuentos y recordamos juntos, estamos avivando ésta memoria. También lo hacemos cuando estudiamos, participamos de los rituales y relatamos los cuentos de nuestra cultura. Los judíos tenemos memoria, no historia.
La familia:
De quién es la memoria? Es nuestra. Y nosotros somos la familia judía. Desde las raíces del pueblo de Israel, el pueblo se agrandó a una gran familia. No es sólo una conexión genealógica inmediata, sino una fuerte conexión tribal.
Ser parte del pueblo judío, es estar continuamente en movimiento de pertenencia: de la familia nuclear al pueblo y de éste volviendo a la familia nuclear. Pertenecer a una familia es estar conectados entre sí. Somos responsables de los otros miembros de la familia, ya sea un pariente muy lejano, o uno cercano, pero que viva lejos. Pertenecer a una familia, también implica estar comprometido con un futuro importante para todos sus miembros.
El Monte Sinaí:
Esta pata se refiere a lo que le sucedió al pueblo judío en su camino de la esclavitud en Egipto a la Tierra de Israel y esa marcha tan significativa que tuvieron en el desierto.
Si ocurrió o no este evento, nos afectó para siempre. El Monte Sinaí significa la recognición más antigua de un poder transcendental y la realización de que sí existe un Dios. Lo seguro es que el ser humano no es Dios. A veces tratamos de imitar a Dios, pero siempre hemos de recordar que no lo somos. Jamás pensar que somos Él. Porque si así lo hiciéramos esto traería consecuencias terribles..
La idea del Monte Sinaí existe para incluir el pacto entre Dios y el pueblo Judío. Donde también recibimos la Tora escrita y la Tora Oral. Del Monte Sinaí estudiamos valores y rituales que son nuestra herencia y que guían nuestra manera de actuar y nuestro rol en el mundo. Es nuestra contribución a la humanidad. Fue en el Monte Sinaí cuando el pueblo judío imprimió su carnet de identidad.
La Tierra y el estado de Israel:
La familia judía tiene su patria, el destino eterno, y el hogar histórico. En consecuencia debemos ser responsables. Cada centímetro de la Tierra de Israel es un taller de la memoria judía colectiva. Es también, el lugar donde las leyes del nacionalismo moderno fueron activadas para establecer un estado, y es el único lugar donde el pueblo Judío está tratando de poner valores judíos en acción, como mayoría con poder completo sobre su destino y su propia identidad. El estado judío asegura que nunca más habrá un judío sin un lugar a donde ir, y también lo es, para todos aquellos que eligieron vivir en otro país. Israel es el lugar donde los judíos pueden expresar su identidad nacional. Los judíos tienen su propia casa en diferentes lugares del mundo, pero Israel es el único país que es la casa de todos los judíos.
Idioma Hebreo:
El idioma no es solamente el vehículo que nos da la oportunidad para comunicarnos. Es también el camino para transferir la cultura entre generaciones. El idioma Hebreo no sólo une al pueblo judío en el presente, sino que además da la oportunidad para estudiar el pasado. El Hebreo es nuestra lengua común. Contiene nuestros valores, nuestra memoria y nuestras aspiraciones para el futuro.
El Hebreo expresa un particular camino para estar en el mundo y cuando los judíos no pueden usar el hebreo, ellos están fuera de la gran conversación judía durante los siglos.
No pensamos que todos los judíos del mundo hablarán hebreo moderno. Pero incluir palabras y frases en hebreo, cuando expresan sus valores es esencial para el futuro judío.